Ao serem rendidos pelos britânicos, os alemães não demonstraram resistência e logo se entregaram.
Na verdade, pareciam aliviados em ver outras pessoas, mesmo que se tratassem de inimigos. A tripulação pertencia ao submarino UB-85 e se resumia a 14 homens. Ao serem interrogados, os prisioneiros relataram uma história medonha e inacreditável.
Segundo um oficial do submarino, a missão consistia em torpedear navios mercantes que seguiam para o continente europeu e cortar as rotas de abastecimento. O submarino estava em perseguição a um comboio, mas havia perdido o contato com a presa. O capitão dera permissão para que o submarino subisse à tona para recarregar as baterias e para que os homens pudessem respirar um pouco de ar fresco ou fumar.
Enquanto estavam na superfície, o submarino foi cercado por uma densa neblina, e logo em seguida atacado por uma enorme criatura marinha parecida com um gigante coberto de escamas de peixes.
A tripulação, surpresa para dizer o mínimo, começou a atirar contra a criatura que danificou o lacre da escotilha principal do submarino.
O oficial contou ainda que o pânico ocasionou um incêndio a bordo. Os homens conseguiram afugentar o gigante que afundou no mar, mas o submarino fora danificado a ponto de não poder submergir.
O capitão ordenou que a embarcação seguisse para o norte a fim de tentar acenar para aviões de reconhecimento. Mas, segundo o oficial alemão, isso não funcionou devido ao mau tempo. Então o capitão decidiu explodir o submarino para não permitir que ele caísse nas mãos dos aliados. A tripulação foi evacuada em botes de emergência enquanto o UB-85 era destruído com cargas.
A parte mais sombria da narrativa dava conta que os três botes foram para o mar com 38 tripulantes. Mas apenas um desses botes foi resgatado pelos britânicos. Os outros dois se perderam em meio a um denso nevoeiro , semelhante ao que cobriu o submarino antes de ser atacado pelo monstro.
Uma investigação formal foi conduzida para averiguar os fatos, mas nada mais se apurou desse estranho caso.
A conclusão foi que o UB-85 sofrera um acidente e afundara, e os marinheiros desaparecidos, considerados baixas de guerra... Mas não foi bem assim.
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En 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, la capital del HMS COREOPSIS un patrullero británico capturó algunos marineros alemanes que se encontraban a la deriva en el Mar del Norte.
Para ser prestados por los británicos, los alemanes no mostraron resistencia y pronto se rindieron.
De hecho, parecían aliviados al ver a otras personas, aunque fueran enemigos. La tripulación pertenecía al submarino UB-85 y se redujo a 14 hombres. Al ser interrogados, los detenidos informaron de una historia horrible e increíble.
Según un oficial del submarino, la breve era de torpedear los buques mercantes en su camino hacia el continente europeo y cortar las rutas de suministro. El submarino estaba en la búsqueda de un tren, pero había perdido el contacto con la presa. El capitán había dado permiso para que el aumento de submarino a la superficie para recargar y que los hombres pueden respirar un poco de aire fresco o humo. Mientras estaban en la superficie, el submarino fue rodeado por una densa niebla, y luego inmediatamente atacado por un enorme animal marino parecido a un pez escamoso gigante.
La tripulación, sorpresa para decir lo menos, comenzó a disparar en la criatura que daña el sello de la escotilla principal del submarino. El funcionario también dijo que el pánico que causó un incendio a bordo. Los hombres lograron ahuyentar el gigante se hundieron en el mar, pero el submarino habían sido dañados hasta el punto de no ser capaz de sumergirse.
El capitán ordenó que el barco siga el norte para intentar que pare a los aviones de reconocimiento. Pero de acuerdo con el oficial alemán, no funcionó debido al mal tiempo. Así que el capitán decidió volar el submarino para no permitir que cayera en manos de los aliados. La tripulación fue evacuada por la emergencia de barco, mientras que el UB-85 fue destruido con cargas.
La parte más oscura de la narración se dio cuenta de que los tres barcos fueron al mar con 38 miembros de la tripulación. Sin embargo, sólo uno de estos barcos fue rescatado por los británicos. Los otros dos se perdieron en medio de una densa niebla, que cubrió similar al submarino antes de ser atacado por el monstruo.
Una investigación formal se llevó a cabo para esclarecer los hechos, pero no se encontró este extraño caso. La conclusión fue que el UB-85 tuvo un accidente y se hundió, y los marineros desaparecidos, considerados víctimas de la guerra ... Pero no fue así.
Submarino alemão UB-85
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