"Certa noite, eu estava voltando do trabalho por volta das 02:00hs da madrugada, e quando estava a meio caminho de casa, passando através dos pântanos, a neblina estava mais pesada que o normal e eu dirigia com uma visão reduzida da estrada, sendo que o campo visual devia ser de uns 300 metros, e além dessa distância não era possível ver mais nada.
Eu tinha acabado de sair de uma parte do nevoeiro, quando vi um homem parado à beira da estrada.
Ele estava usando um macacão cinza-azulado e tinha na cabeça um capacete. Sob o seu braço parecia haver um lençol rasgado branco-acinzentado que ele arrastava atrás de si.
Eu parei o carro, mas ele parecia não me ver, ou seja, me olhava como se estivesse perdido ou em estado de choque. Pensei comigo mesmo, que coisa estranha, era tarde da noite, eu deveria falar com ele ou seguir meu caminho?
Então ele se aproximou, com aquele olhar fixo e passos vacilantes, para o lado esquerdo do carro... os faróis de repente ficaram fracos, e o motor parou.
Saí para fora e examinei o veículo, procurando a causa do problema. Então, do nada, os faróis se reacenderam e o carro voltou a funcionar normalmente. Quanto ao estranho homem... nem sinal!
Desaparecera no pântano enevoado.
Peguei a lanterna e o procurei por algum tempo, em vão... então os cabelos da minha nuca começaram a subir e eu fui tomado por um medo irracional... voltei para o carro, pensando que precisava sair dali imediatamente. Então dei partida e fui para casa o mais depressa que pude-se, mas assustado com tudo aquilo.
Alguns dias se passaram e não contei a ninguém sobre o que vira, com receio de que ninguém acreditasse no meu relato.
Passados alguns dias, voltando novamente do trabalho, e chegando aos pântanos, naquele mesmo trecho da estrada onde eu vira o estranho homem, a polícia havia montando um bloqueio. Saí do carro para ver o que estava acontecendo.Então um policial me disse que um fazendeiro da região encontrara um velho bombardeiro alemão da Segunda Guerra Mundial, Heinkel 111, com os restos mortais da tripulação ainda a bordo.
Heinkel 111 abatido.
(clique na imagem para ampliá-la)
Aproximei-me do local onde os destroços haviam sido encontrados, e notei que os membros da tripulação do bombardeiro, ou o que restava deles, vestiam um macacão cinza-azulado e usavam um capacete de voo de couro que parecia com os de soldadores, igual ao do homem que eu vira naquela noite.
Também um dos membros da tripulação tinha um pára-quedas rasgado e desfiado perto dele, branco-acinzentado, uma ponta estava presa e esticada atrás dele, tudo indicando que aquela era a ossada do soldado, que me aparecera desnorteado no meio da neblina, que mesmo no além, ainda não entendia sua situação... isso ocorreu em 1992."
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Esta extraña historia fue contada por un mecánico de aviones estadounidense que trabajó sólo en Inglaterra.Vejam:
"Una noche volvía a casa del trabajo a las 2:00 de la mañana, y cuando estaba a mitad de camino, pasando por los pantanos, la niebla era más pesado de lo normal y me llevó con una reducción de la visión de la carretera, es que el campo visual debe estar a unos 300 metros, y más allá de esa distancia no podía ver nada.
Yo acababa de llegar de una parte de la niebla, vi a un hombre de pie junto a la carretera.
Vestía un mono azul-gris y un casco en la cabeza. Bajo su brazo parecía una hoja arrancada de color blanco grisáceo se arrastró detrás de él.
Paré el coche, pero él no me vio, ni me miró como si se pierde o en estado de shock. Me dije a mí mismo, lo que es una cosa extraña que era tarde en la noche, debo hablar con él o ir a mi manera?
Así que se acercó con la mirada y los pasos vacilantes, hacia el lado izquierdo del coche ... de repente las luces se debilitaron, y el motor se detuvo.
Yo acababa de llegar de una parte de la niebla, vi a un hombre de pie junto a la carretera.
Vestía un mono azul-gris y un casco en la cabeza. Bajo su brazo parecía una hoja arrancada de color blanco grisáceo se arrastró detrás de él.
Paré el coche, pero él no me vio, ni me miró como si se pierde o en estado de shock. Me dije a mí mismo, lo que es una cosa extraña que era tarde en la noche, debo hablar con él o ir a mi manera?
Así que se acercó con la mirada y los pasos vacilantes, hacia el lado izquierdo del coche ... de repente las luces se debilitaron, y el motor se detuvo.
Salí fuera y examiné el vehículo, en busca de la causa del problema. Entonces de la nada, los faros y el coche se reavivó de nuevo la función normalmente. En cuanto al hombre extraño ... ni rastro!
Desaparecidos en el pantano brumoso.
Cogí la linterna y miré por algún tiempo en vano ... a continuación, los pelos de mi cuello empezó a subir y se apoderó de mí un miedo irracional ... Volví al coche, pensando que tenía que salir de allí inmediatamente. Entonces me fui a casa y comenzar tan pronto como pude, pero miedo de todo.
Pasaron algunos días y no le dijo a nadie lo que había visto, para que nadie cree en mi historia.
Después de unos días, regresando del trabajo, y llegar a los pantanos ese mismo tramo de carretera donde había visto al extraño hombre estaba montando un bloqueo policial. Salí a ver qué pasaba.
Entonces un policía me dijo que un agricultor local encontró un viejo bombardero alemán de la Segunda Guerra Mundial, el Heinkel 111, con los restos de la tripulación a bordo.
Me acerqué al lugar donde se había encontrado los restos, y se dio cuenta de que los miembros de la tripulación del bombardero, o lo que quedaba de ellos, llevaba mono azul-gris y usé un casco de cuero de vuelo que se asemejaba a las de soldadores, igual el hombre que había visto esa noche.
También uno de los miembros de la tripulación tenían un rasgado paracaídas y desmenuzado por él, de color blanco grisáceo, un extremo estaba atado y se extendía detrás de él, todo indica que se trataba de los restos de los soldados, que parecían desconcertados mí en la niebla, que incluso más allá, todavía no entendía su situación ... esto ocurrió en 1992 ".
(clique na imagem para ampliá-la)
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